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  • Foto del escritorRoger Valls Martínez

Contrafreeloading: desafiando la ley del mínimo esfuerzo

La teoría dice que los animales, cuando tratan de obtener alimento, intentan maximizar el ratio de beneficio/coste, es decir, intentan adquirir la mayor cantidad de nutrientes y calorías con el mínimo esfuerzo posible. Esto se conoce como la “teoría del forrajeo óptimo” y, aunque tiene sentido en estado silvestre, parece no aplicar a todos los casos, especialmente en animales cautivos. Y todo se debe a un fenómeno conocido como “contrafreeloading”.



La optimización del forrajeo garantiza la supervivencia


Que nadie piense que los animales forrajean y se alimentan de forma arbitraria. En el transcurso de la evolución, así como de sus propias vidas, los animales van perfeccionando la habilidad de buscar, seleccionar y obtener el alimento de forma estratégica, con el objetivo de maximizar su tasa de supervivencia y sus probabilidades de reproducirse


La “teoría del forrajeo óptimo” (TFO) es precisamente un marco conceptual en ecología y etología que trata de fundamentar y predecir la toma de decisiones de los animales en sus actividades de forrajeo en entornos naturales.


Ejemplar de cotorra argentina (Myiopsitta monachus) forrajeando en libertad. - Imagen propia.

En el corazón de esta teoría se encuentra la premisa de que los animales son forrajeadores eficientes, que toman decisiones racionales sobre cómo asignar su tiempo y esfuerzo (o energía) para obtener la máxima nutrición con el menor coste, ya sea en términos de tiempo, desgaste físico o incluso de riesgo. Este ratio beneficio/coste que, de acuerdo con esta teoría, los animales intentan maximizar, se conoce como “ tasa de ganancia neta de energía”.


La teoría del forrajeo óptimo sugiere que los animales ajustan su comportamiento de forrajeo en función de factores como la abundancia y la calidad de cada uno de los alimentos, la velocidad a la que es capaz de encontrarlos y acceder a ellos, los riesgos de depredación que implica su obtención, así como la competencia con otros individuos de la misma especie. Por ejemplo, en entornos donde los alimentos son abundantes, un animal optaría por ser más selectivo y elegir los recursos de mayor calidad. En contraste, cuando los recursos son escasos, la adaptabilidad se convierte en la clave, y los animales tenderían a adoptar estrategias más generalistas para asegurar su sustento.



¿Qué es el contrafreeloading?


Así pues, de acuerdo con la teoría del forrajeo óptimo, uno podría pensar que los animales siempre desearían tener alimento ad libitum a coste 0, ¿verdad? Pues en muchos casos se ha demostrado que no es así, especialmente en condiciones en las que la supervivencia no está en juego (o no parece estarlo). Glen Jensen encontró en 1963¹, en un estudio de psicología comparada con 200 ratas, que estas elegían presionar un pedal para obtener alimento a través del dispensador que accionaba, en lugar de consumir el mismo alimento de un bol que tenían al lado.


Se suele pensar que cuando tenemos a un animal a nuestro cargo debemos ponerle las cosas lo más sencillas posibles, pero eso no tiene nada de cierto. - Imagen de archivo.

Este fenómeno comportamental consistente en trabajar por el alimento en lugar de simplemente tomarlo “gratis”, sin esfuerzo, recibe el nombre de contrafreeloading (CFL), o contra abastecimiento libre, en español. Este concepto fue revisado posteriormente por Osborne (1977)² e Inglis et al. (1997)³, así como observado en humanos y en otras muchas especies de animales, tanto salvajes como domésticos, como ratones, cerdos, osos, lobos, macacos, chimpancés, palomas, gallos, cuervos, estorninos o psitácidas.


Lo cierto es que el comportamiento de contrafreeloading todavía no se comprende del todo. A pesar de que ha sido demostrado en un amplio rango de especies, no todas lo han demostrado con la misma intensidad ni de forma homogénea entre individuos. Además, no todas las especies han expresado el mismo tipo de contrafreeloading. Mientras unas, están dispuestas a trabajar por la misma recompensa que obtendrían gratis, otras condicionan el trabajo a la motivación por la recompensa a obtener. Incluso entre individuos de una misma especie se han observado grandes diferencias en este sentido.



Un comportamiento adaptativo


Lo que está claro, es que el contrafreeloading es un fenómeno que se da, y mucho, y que por tanto, tiene un origen evolutivo y una finalidad también en vida libre, pues se ha observado en numerosas especies salvajes. Aunque parezca contraintuitivo, trabajar para obtener una recompensa les puede resultar beneficioso en libertad. La explicación más plausible es la que refleja la “teoría de la primacía de la información” (Inglis et al., 2001)⁴, que indica que en entornos complejos y cambiantes en términos alimentarios, los animales se ven beneficiados de disponer de información reciente de forma continua, en contraposición de la información anticuada que posiblemente no sea reflejo de lo que sucede en el entorno.


De acuerdo con esta teoría, cuando un animal interactúa con una potencial fuente de alimento, está aprendiendo y registrando información con respecto a la ubicación de la misma, a la forma de acceso y obtención del alimento, a los costes y riesgos asociados, así como a los beneficios obtenidos tras su consumo. Y a pesar de que puede ser información no valiosa para su supervivencia en el momento presente, puede serlo en el futuro, cuando el entorno haya cambiado. Como suele decirse: el saber no ocupa lugar.


Tiene sentido entonces que el contrafreeloading tienda a expresarse cuando la motivación de los animales por obtener el alimento gratuitamente no es demasiado elevada, por ejemplo, cuando no están especialmente hambrientos. Es en esos momentos en los que el animal puede tomarse la libertad de elegir expresar el comportamiento de forrajeo menos eficiente. Parece pues, contra todo pronóstico, que el contrafreeloading es un comportamiento que puede ser valioso en los animales que viven en libertad y, es por eso, por lo que la selección natural puede haber favorecido su prevalencia en ciertas circunstancias.


Es en cautividad donde el contrafreeloading se pone de manifiesto de forma más evidente. En la imagen, Iris (Ara macao) utilizando un dispositivo de enriquecimiento ambiental para extraer alimento. - Fotografía propia.


Por otro lado, en animales que viven bajo cuidado humano el contrafreeloading es un fenómeno que aparece más frecuentemente y que cobra una importancia incluso mayor, pero no quiero que me quede una entrada demasiado larga, así que este tema lo dejaré para otro día.


Espero que te haya parecido interesante el tema de hoy y, ya sabes, cualquier duda, o réplica, anímate a dejarla en los comentarios. ¡Nos leemos!


Roger Valls Martínez


 

¹ Jensen, E. D. (1963). Preference for bar pressing over free-loading as a function of number of unrewarded presses. Journal of Experimental Psychology, 65, 451–454.


² Osborne, S. R. (1977). The free food (contrafreeloading) phenomenon: A review and analysis. Animal Learning & Behavior, 5, 221–235.


³ Inglis, I. R., Forkman, B., & Lazarus, J. (1997). Free food or earned food? A review and fuzzy model of contrafreeloading. Animal Behaviour, 53, 1171–1191.


Inglis, I. R., Langton, S., Forkman, B., & Lazarus, J. (2001). An information primacy model of exploratory and foraging behaviour. Animal Behaviour, 62(3), 543–557. https://doi.org/10.1006/anbe.2001.1780 


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